Tamariu, una preciosa villa con alma marinera

Tamariu es un antiguo pueblo de pescadores que pertenece al municipio gerundense de Palafrugell, en el corazón de la Costa Brava. Esta pedanía costera de la comarca del Bajo Ampurdán aglutina la esencia de toda la región y es uno de los pueblos más hermosos y codiciados del litoral catalán.

Con un núcleo de población que apenas alcanza los 300 habitantes empadronados, Tamariu destaca por ser el más salvaje en la costa del término municipal, entre los que se encuentran la localidad vecina Llafranc, en el centro, y Calella de Palafrugell, en el extremo sur.

Aldea pesquera en un entorno privilegiado

Situado en un marco incomparable de la costa catalana, a medio camino aproximadamente entre la ciudad francesa de Perpiñán y Barcelona, cada verano acoge a centenares de turistas provenientes mayoritariamente de la ciudad condal y de Francia, que llegan atraídos por su excelente playa de arena gruesa y las calas que la rodean en un entorno natural único y privilegiado.

A pesar del boom turístico que tuvo su auge en España a principios de los años 60, Tamariu ha sabido esquivar el turismo de masas y sigue conservando intacto un carácter singular de proximidad y conservación, difícil de encontrar en otros rincones del país. En la aldea se respira una tranquilidad absoluta, en un placentero ambiente familiar donde parece que el tiempo se ha detenido.

Comprar una vivienda en Tamariu

Además de la paz y tranquilidad que envuelve la villa, los viajeros que la visitan suelen quedar prendados al instante por el resto de sus encantos, y no son pocos los que deciden comprar una casa en Tamariu. Precisamente, el mercado inmobiliario del municipio se ha visto incrementado notablemente en los últimos años, convirtiéndose en una de las zonas más deseadas de la Costa Brava por su gran belleza y calidad de vida.

En este antiguo asentamiento de pescadores a orillas del mar Mediterráneo, los primeros marineros que se asentaron aquí guardaban sus barcas, redes y utensilios de pesca en las barracas. A principios del siglo XX se construyeron las primeras casas y poco después aparecieron los primeros turistas. En la actualidad, la industria turística junto al sector servicios han cogido el relevo económico y son su principal fuente de ingresos.

El pequeño núcleo urbano de Tamariu se caracteriza por sus estrechas calles y edificaciones de dos o tres pisos donde se mezcla la tradición de las antiguas residencias con la modernidad de las viviendas de nueva construcción o reformadas.

Bahía de Tamariu 

A escasos pasos de las casas se encuentra la fantástica bahía de Tamariu. Refugio natural y con su peculiar forma de herradura de caballo, es, sin duda, el principal atractivo y centro de actividad de la villa. Aquí tiene lugar en verano las emblemáticas habaneras y se puede practicar durante todo el año distintos deportes náuticos como el submarinismo, snorkel, kayak, paddle surf o navegación a vela, entre otros.

Para degustar la sensacional gastronomía ampurdanesa, el emplazamiento perfecto son los locales de restauración alrededor del paseo marítimo, junto a la Platja Gran. La cocina de la región goza de una gran reputación a nivel internacional y la oferta es muy variada. Destacan los platos tradicionales con algunos toques sofisticados. Los productos son de primera calidad y predominan los arroces, pescados y mariscos de la comarca.

Playas y calas

La Platja Gran es, como su nombre indica, la playa más grande de Tamariu. De arena gruesa y con fácil acceso, cuenta con todo tipo de servicios y es ideal para ir en familia, con amigos o en pareja. A pocos metros se encuentra la Cala de Aigua Dolça, que está compuesta de grava y tiene unas preciosas panorámicas del paisaje natural. Cala Aigua Xelida está situada a 1.5 kilómetros al norte del casco urbano. Rodeada de pinos y rocas es perfecta para disfrutar del snorkel en el rico fondo marino de sus aguas. La más alejada del centro es Cala Pedrosa. Es la más virgen y auténtica de todas y solo se puede acceder a ella andando o por el mar.   

Camino de ronda y alrededores

En la población también se halla uno de los caminos de ronda más espectaculares de la Costa Brava. El sendero se inicia a la derecha del paseo marítimo y transcurre por un paisaje incomparable. Las paradas obligatorias son el Faro de San Sebastián, con unas impresionantes vistas al mar Mediterráneo y a los acantilados con sorprendentes formaciones rocosas; la población de Llafranc, con sus casas blancas, una hermosa playa de arena fina y un importante puerto deportivo; y finalmente, Calella de Palafrugell, el destino turístico más importante del municipio y considerado por muchos visitantes como el pueblo más bonito de Cataluña.

 Para los amantes de los pueblos medievales, otra visita obligada en la zona son las localidades de interior de Pals y Begur. Ubicadas a apenas 12 kilómetros del centro de Tamariu (a 20 minutos en coche), ambas poblaciones atesoran un patrimonio cultural excepcional y están extraordinariamente preservadas. Recorrer sus calles empedradas repletas de anécdotas e historia es un verdadero placer para todos los sentidos.

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